Científico Juan Luis Vives
Juan
Luis Vives March nace en Valencia el 6 de marzo de 1492 en el seno de una
familia de mercaderes de paños, conversos del judaísmo. En 1509 marcha a
estudiar a París para realizar los estudios de Artes. Pronto rechaza la
orientación marcadamente dialéctica y las disputas de escuela de esta universidad
y se adhiere a las nuevas doctrinas del Humanismo.
Hacia 1514 se traslada a Lovaina donde,
en 1517, es elegido preceptor de Guillermo de Croy, futuro cardenal de Toledo y
Primado de España. Durante su estancia en Lovaina desarrolla sus relaciones con
los principales humanistas del momento: Erasmo de Rótterdam, Guillaume Budé,
Juan de Vergara y Tomás Moro.
En
1523 se traslada a Inglaterra en donde ocupa la cátedra de Retórica en el
Corpus Christi College de Oxford y es nombrado consejero de los reyes Enrique
VIII y Catalina de Aragón, pero el proceso de divorcio de ambos lo aleja
definitivamente de este país.
En
1528, Vives regresa a los Países Bajos y se instala en Brujas, donde pone de
manifiesto sus magníficas dotes de intelectual humanista y cristiano. Son los
años de madurez de su producción.
Juan
Luis Vives muere en la ciudad de Brujas en 1540, a la edad de 48 años, tras una
larga y penosa enfermedad.
Obra pedagógica de
vives. Finalidad y contenido
Teología pedagógica
La
primera de las opciones que se le plantean era la del sabio puro, teorético o
contemplativo, cuya característica peculiar consiste en proponer como supuesto
que el saber tiene su finalidad en sí mismo; saber por saber. Frente a esta
opción, Vives afirma inequívocamente la finalidad práctica del saber.
La
otra opción que se le ofrecía a Vives era la encarnada históricamente por los
sofistas. En la Grecia clásica, el sofista es un sabio práctico que se coloca
en los antípodas del sabio contemplativo. El sofista, solicitado por urgencias
vitales inmediatas, enfoca el saber en un sentido instrumental y pragmático;
reivindica la dimensión práctica del saber, pero la reduce al campo del hacer
teórico-artístico. Vives reacciona también frente a este ideal del sabio
eficaz, que contrae la verdad al plano de un subjetivismo relativista y declina
la responsabilidad ética del saber que profesa.
El
advenimiento del cristianismo supuso una notable ampliación y enriquecimiento
del horizonte de la sabiduría, a la vez que diseñó una nueva figura del sabio.
La concepción cristiana de la sabiduría suponía la apertura hacia un Dios
personal y trascendente que comunica a los hombres una sabiduría infinitamente
superior a la humana y sobremanera excelente.
Todos
estos datos vienen a integrarse en la concepción de la sabiduría de Juan Luis
Vives.
• Para
Vives, el fin último de la educación es Cristo; nos enseña que todo lo hemos de
referir a Cristo y todo a él se ha de enderezar; y tres van a ser los puntos
que debe meditar el hombre mientras viva: saber bien, hablar bien y obrar bien.
Psicología pedagógica
No
sólo su obra más importante y original, el Tratado de las disciplinas,
es de carácter estrictamente pedagógico, sino que, además, su segunda obra en
importancia y valor de actualidad, el Tratado del alma, constituyen
el fundamento psicológico de su pedagogía.
La
crítica moderna coincide sustancialmente en señalar que lo más valioso y actual
de la producción de Vives es su obra psicológica y, de modo particular, el
valor y atención a la intuición (de lo particular a lo general).
El
reconocimiento y empleo consciente de la inducción como método de
investigación, aplicado especialmente a los problemas psicológicos, hacen de
Vives un verdadero precursor de la psicología actual, pudiéndosele adjudicar,
tal vez, la consideración de padre de la psicología pedagógica. Para conocer
adecuadamente el proceso de aprendizaje de la persona, Vives va a establecer lo
que denomina “el examen de ingenios”, que constituye la base de la orientación
escolar y profesional.
En
tal sentido, propone que el niño se quede en el colegio uno o dos meses para
que sean exploradas sus dotes intelectuales y morales. Propone también que los
maestros se reúnan en secreto cuatro veces al año para cambiar impresiones
acerca de las posibilidades de sus alumnos. Vive afirma que el juego y las
operaciones matemáticas son ejemplos de magníficos reactivos (hoy les llamaríamos
‘test’) para explorar el ingenio y destaca con énfasis el papel decisivo del
docente en la educación del discente.
La
importancia que Luis Vives concede a la práctica en la adquisición de
conocimientos y de hábitos se patentiza en estas palabras: “No tanto se sabe lo
que recibimos por una callada contemplación como lo que se nos trasmite por el
ejercicio y el uso”.
Pedagogía diferencial
Los
sectores diferenciales a los que dedica especial atención son dos: la formación
del gobernante y la educación femenina.
La
formación del gobernante tenía ya una rica tradición pedagógica en los
abundantes tratados sobre la educación de príncipes. Vives no dedica un tratado
especial a este tema, pero sí abundantes observaciones y sugerencias dispersas
en sus obras de carácter moral y político-social, como la Escolta del
alma, la Introducción a la sabiduría, Sobre la concordia y
discordia, etc. A todo esto hay que añadir que la preocupación de Vives no
se agota en el tradicional planteamiento de la formación personal del
gobernante, sino que apunta a una educación popular, planeada, dirigida y
realizada por una política pedagógica de largo alcance y de moderno estilo.
La
pedagogía femenina le mereció a Vives una atención destacada. Le dedicó dos
tratados: La educación de la mujer cristiana y Los deberes
del marido, aunque en su concepción del papel y la educación de la mujer,
Vives se mueve sustancialmente en la línea de la tradición cristiana.
En
síntesis, él se propone formarla para la vida; la vida de entonces. En esta
formación entran tres ingredientes fundamentales: la virtud y las costumbres,
la preparación profesional específica de la mujer (profesional del hogar) y la
cultura.
A
Vives no le parece bien que la mujer ejerza actividades públicas, como dirigir
escuelas y hablar en público, pero sí le parece conveniente y provechoso un
moderado conocimiento de la naturaleza y de las primeras letras, que ella
deberá enseñar a sus propios hijos pequeños.
Metodología heurística
y didáctica
Uno
de los saludables efectos que siguen a la profunda crisis que se producirá en
la Europa del s. XVI es la viva conciencia de la necesidad de una renovación de
los métodos de investigación y de enseñanza. Anunciando esa crisis y
preludiando esta preocupación es donde radica el mérito de Juan Luis Vives.
En
efecto; Vives busca para la restauración del método un apoyo firme en la
realidad: la inteligencia no debe trabajar en el vacío, debe aplicarse a los
contenidos y no quedarse en el formalismo de las palabras, que no son sino un
vehículo que debe transportarnos hasta la realidad. Los puntos clave de
referencia han de ser las cosas y las necesidades vitales, a las que,
lógicamente, deben ordenarse las artes y disciplinas. En este sentido, puede
decirse que Vives es el primer representante del realismo pedagógico moderno.
Si
se analiza con cierto detenimiento el contenido de la formación propuesta por
Vives, se descubre que responde a una síntesis de tres elementos: el
filológico, el científico y el filosófico-teológico, de donde se desprende que
la formación y la dialéctica son instrumentos al servicio de las disciplinas
reales.
Además
del contenido de la enseñanza, también se va a preocupar de la función docente
y las didácticas especiales.
Las
tres condiciones básicas que Vives reclama para la figura del maestro son las mismas
que se exigen hoy: competencia científica (conocimientos claros y profundos),
capacidad pedagógica (saber enseñar) y pureza de costumbres (persona de vida
normal).
De
la personalidad y la competencia del maestro espera muchas cosas: capacidad
para adaptarse y adaptar la enseñanza al nivel y al ritmo del aprendizaje del
alumnos, tacto y ponderación necesarios para la motivación y especialmente para
la administración de los premios y castigos, y el mantenimiento de la
disciplina.
Organización
pedagógica
Hay
también en el Tratado de las disciplinas un libro dedicado al
estudio de una serie de cuestiones relativas a la organización escolar y
política docente. Estas cuestiones pueden agruparse en torno a tres temas
principales:
-
la escuela: emplazamiento y condiciones materiales,
-
organización interna de la escuela: régimen escolar,
-
relación de la escuela con la comunidad.
Sin
entrar en una descripción pormenorizada conviene destacar algunos puntos. Son
los relativos al planteamiento público de la enseñanza y los problemas que
atañen a la organización pública de la misma: el establecimiento racional de
centros docentes en toda la geografía del país, la preparación y selección de
los maestros, el carácter temporal de la cátedra, etcétera.
Éstos
son los cuatro pilares básicos en los que se desarrolla la propuesta pedagógica
del insigne humanista valenciano Juan Luis Vives.
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